Juan acaba de cumplir 18 años y está indeciso si debe concluir sus estudios de bachillerato, o si tiene que salir a buscar trabajo para aportar al sostén familiar.
Lidia tiene 24 años, cuando tenía 17 dejó de asistir al Conalep, cuando apenas iba en 3er semestre. Tiene un hijo de 7 años y no ha conseguido un trabajo estable, lleva más de un año desempleada.
María tiene 22 y Carlos cumplió ya 27, cuentan con trabajo, pero no tienen contrato fijo ni prestaciones y, además, el salario que reciben no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
Forman parte de la gran mayoría de jóvenes mexicanos que se enfrentan a la discriminación, la exclusión, a muchas puertas cerradas o a trabajos precarios. Son jóvenes oportunidad.
Datos duros . . . muy duros
En México, los jóvenes son mayoría, quienes tienen entre 15 y 29 años de edad son la cuarta parte de la población, pero 7 de cada 10 enfrentan barreras para ejercer sus derechos a la educación y al trabajo.
Hay 31.5 millones de jóvenes en nuestro país. Cerca de la mitad viven en pobreza (45%) y más de la mitad no tienen un ingreso suficiente para cubrir sus necesidades básicas, son “pobres por ingresos (52%) (Datos Coneval 2021)
El caso de Juan, por ejemplo, es uno de los 5.2 millones que viven en hogares en pobreza, circunstancia que lo pone en riesgo de abandonar sus estudios para dedicarse a trabajar.
Lidia es una de las 7.7 millones de personas jóvenes “desconectadas” del trabajo y de la escuela. Estigmatizada con etiquetas como “nini” y con necesidad y posibilidad de trabajar, ahora que su hijo ya tiene 7 años y va a la escuela.
María y Carlos forman parte de las 10.2 millones de personas jóvenes que tienen trabajo, pero con ingreso insuficiente y sin seguridad social, ni siquiera le alcanza para comprar 2 canastas básicas al mes; es decir, ganan menos de 8,600 pesos al mes. (Datos INEGI. ENOE 2022) La Alianza Jóvenes con Trabajo Digno promueve la inclusión económica de jóvenes como ellas y ellos, que enfrentan barreras para encontrar trabajo, pues ya acumulan desventajas en su corta trayectoria de vida.
La “Alianza” hace un llamado a quienes toman las decisiones de contratación en las empresas y demás entidades empleadoras a no cerrar la puerta a este grupo mayoritario de jóvenes, que tienen talento, capacidades y gran potencial para aportar. (Ver Decálogo)
Y hace un llamado al conjunto de la sociedad, especialmente a líderes de opinión y quienes trabajan en medios y espacios de comunicación, a romper con la narrativa dominante que genera estigmas y les pone etiquetas discriminatorias. Por eso les invitamos a llamarles Jóvenes Oportunidad.
Oportunidad de crecer, desarrollarse, ejercer su talento y poner el entusiasmo en las empresas que se animen, con valor y decisión, a contribuir para que esta inmensa mayoría de jóvenes puedan salir de la pobreza y sean, realmente, el divino tesoro y el futuro de México.
¿Tú qué opinas? Te invitamos a participar.