El 21 de julio se llevó a cabo el Encuentro virtual “Jóvenes con propuestas para un trabajo digno”, en el que jóvenes de las organizaciones miembro de la Alianza, desde diferentes partes del país, se dieron cita para intercambiar ideas y experiencias sobre la forma en la que ha sido afectada la situación laboral de las personas jóvenes, y la de su entorno local en el contexto derivado de la pandemia del COVID-19.
A pesar de que los contextos y realidades de estos jóvenes son muy distintos – desde comunidades rurales en Veracruz o Chiapas hasta ciudades como Monterrey, León o Ciudad de México—, el encuentro develó coincidencias sobre los efectos de la contingencia en su estatus laboral: reducción de salarios, despidos, “descansos” sin goce de sueldo, pérdida de ingreso familiar y la necesidad de improvisar nuevas formas de organización y trabajo para compensar estas situaciones.
Si bien la precariedad laboral entre jóvenes ya era un problema antes de la pandemia, muchos coincidieron en que ahora la situación parece todavía más difícil: las empresas, lejos de contratar, han recortado personal; los sueldos, si bien eran bajos, han sufrido recortes; la falta de acceso a seguridad social y servicios de salud la han resentido mucho en estos meses de dificultades económicas.
A pesar de que hay sentimientos de incertidumbre y preocupación entre ellos y ellas por la situación actual, también pudo entreverse el ánimo, optimismo y esperanza de no rendirse y buscar alternativas que les permitan desarrollarse y prepararse para el futuro, por más incierto que sea. A pesar de los obstáculos presentes, las personas jóvenes están listas para aprovechar las oportunidades que se les presenten en el camino, y por ello es vital y urgente que los empleadores no les cierren las oportunidades laborales en estas circunstancias, por más difíciles que sean.
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